jueves, 13 de junio de 2013

Diálogo entre Rajoy y Carlitos

Después de muchos meses en paro y deambulando por las calles, Carlitos acude a la llamada del Presidente Rajoy. Éste le pide paciencia a Carlitos, y Carlitos se caga en su puta calavera. Es entonces cuando da comienzo el siguiente diálogo:

MARIANO: Vamos a hablar susurrando. Juntos tú y yo. Sin mariconadas. Sin plasma por delante. Tú tienes una hija, un gato y una perra. Háblame de tu hogar.

Pasa la mano por los hinojos
CARLITOS: (Como fumado) Para que te cuente algo, tendrás que quitarte la chancla de la boca primero jajajajajajaaa. En fin, ¿Mi hogar? Mi hogar está hipotecado entre el  norte de Carthago y Los Dolores. Es una calle muy sencilla y humilde. Enormes mierdas de perro que se calientan al sol. Un descampado que huele a basura de día y a porros por la noche. Enfrente hay tres contenedores. Papel y cartón, envases de plástico, orgánica... La acera, querido Mariano, es negra. Negra como los cabellos de mi esposa. Hay solares inacabados con matojos como tú de altos en la ladera sur, coches abandonados en la del norte. Hay gatos salvajes. Mi hija cuando los ve engañafándose quiere ser como ellos. (Ríe)

MARIANO: ¿Cuándo te marchaste de allí?

CARLITOS: Hace tres minutos, dieciséis segundos y cuarenta y cinco centésimas. Voy a comprar el pan.

MARIANO: Te envidio Carlitos

CARLITOS: Vete a la mierda. ¿Sabes una cosa? Aún así, creo que es un buen lugar. Hay que pelear por él.