Cuando uno necesita decir algo lo cuenta primero en Facebook, y luego a su pareja o a los amigos, pero yo ya he agotado esas opciones y ahora lo hago como de costumbre en este blog. Hablo desde la indignación, que conste. Reconozco que no voy a ganar nunca el Premio Planeta, pero es lo que tiene no haber estudiado, que te puedes expresar como te salga del pijo y resultar un paleto simpático como Julia Roberts comiendo caracoles en Pretty Woman. Por eso no me vengáis luego diciendo que si vaya boca que tengo... que si vaya un marrano... que qué asco de tío... porque ya me conocéis.
Veamos si me explico: Supongo que después de pasar mucho tiempo en el paro uno se cansa de nadar en la mierda mientras otros ríen y beben tumbados en hamacas en la orilla. Si es mierda líquida se puede medio llevar, pedaleas y te mantienes, pero en cuanto pasa un tiempo y empieza a endurecerse dicha mierda, es cuando aparece el verdadero problema, porque no puedes moverte como lo estabas haciendo y acabas hundiéndote y tragando un poco de caca. Desde la orilla te parece oir frases de aliento, pero en realidad son risas.
Vivo en una ciudad marítima española, bañada por el Mediterráneo y por mierda. Es decir, donde acaba el agua empieza la mierda. Más bien la mierda del mar se funde con la mierda de la ciudad. Creo que casi todo el país está igual mires por donde mires, excepto si vives en la parte de arriba de la brecha o en tu pueblo ha caído una cúpula de esas. Tenemos claro que si tiene forma de mierda, huele a mierda y al pisarla te cabreas y andas a pata coja hasta un bordillo para restregar la suela estás frente a una mierda. Pero la mierda no sólo adorna la acera cada dos metros, la mierda también está en el aire, como invisible, en estado gaseoso soplando con fuertes rachas que a menudo te golpean en la cara, se te pegan al pelo, a la ropa... la respiras y te pasa por la garganta... Por eso cuando alguien te habla no entiendes una mierda y/o ves que sólo sale mierda de su boca. Las gafas también se te empañan de mierda, motivo por el que ves sólo marrones y pasado un tiempo lo ves todo negro.
 |
Monumento histórico |
|
El panorama laboral actual (que es de lo que realmente quiero hablaros) es el culpable de que todo gire en torno a la mierda. La tasa de paro en la ciudad es brutal. No me apetece entrar en cifras porque luego me dan ardores, pero creedme que esto es insostenible. Las calles están llenas de hombres en edad de trabajar deambulando, formando pequeños grupos en las puertas de los bares o en las esquinas, y ya los hay de todos los colores y de todos los niveles sociales existentes. Esto es una puta vergüenza. Concretamente yo me dedicaba a la construcción, encofrando. Es quizá el oficio más castigado de esta puta crisis. Cuando sólo te has dedicado a trabajar levantando viviendas y ves que muchas de ellas están ahora vacías, piensas que tu ciclo ya ha acabado. Algo ha salido mal. Has estado trabajando como un cabrón durante años para que todo desaparezca de repente? Me parece increíble que esta ciudad no haya explotado ya. ¿Dónde coño están los parados de la construcción? ¿Todos hacen chapuzas de estranjis? ¿Qué pasa con los que no sabemos alicatar o arreglar fachadas? ¿Nos ponemos un tutorial de youtube? Aquí no se mueve nadie. Zombies perdidos todos. Ni manifestaciones, ni plataformas, ni protestas, ni ayudas ni mierdas en vinagre. Te cabrea observar que ninguno de los que gobierna mueve ni moverá un dedo por buscar una alternativa ofreciendo cursos gratuitos donde aprendas un oficio de verdad y con futuro a obreros que como yo, nos hemos dejado los cuernos durante mucho tiempo, a menudo en condiciones inhumanas, haciéndoles casas de lujo a tanto hijoputa sólo para llenarles la panza y los bolsillos. Porque debo deciros, que a diferencia del jefe yo no he ganado millones tal y como se piensan algunos. Esos comentarios me hacen mucha gracia. Los encofradores que currábamos a jornal éramos casi milieuristas, ya trabajaras al lado de casa o a 500 km. Los cabrones de los constructores sí que se forraron. Más tarde, cuando ya no les cabían más billetes en la cuenta, pincharon la burbuja inmobiliaria. ¿Pero qué habéis hecho hijos de puta? Opino que debieron pincharse también los huevos entre fajo y fajo.
Hoy es el Día Mundial del Ictus. ¿Sabéis que cada año 130.000 personas sufren un ictus y el 30% mueren? y el resto no queda muy bien que digamos. Las enfermedades provocadas por la crisis están haciendo mella. La depresión y el ictus no son nuevas, pero están más de moda que nunca gracias a los recortes políticos. ¿No nos va a dar un ictus de esos? Si ésto es para enloquecer! Os recomiendo lo mismo que mi mujer y mi familia me dice: "No tomes disgustos"- y yo añado: "No dejéis que nadie os toque las pelotas y luchad por lo que es vuestro, que mierda ya hemos tragado bastante".
1 comentario:
Toda la razón Carlitos. Yo tengo la suerte de tener trabajo, aunque las cosas no estan del todo bien con retrasos en pagos y demás, pero creo que llevas razón en todo. No hay política de empleo ninguno. Piensan que favoreciendo a los empleados es la mejor forma. Hay mucha gente como tu que necesita de políticas activas de empleo para facilitar diferentes cursos y demás para reciclarse y poder optar optar a puestos de trabajos dignos. Pero parece que todos estan acostumbrados a nadar en la mierda y les da lo mismo lo que les pase a otros. Mucho ánimo en el duro camino que te ha tocado.
Un abrazo.
Publicar un comentario