jueves, 24 de abril de 2014

Ladillas on fire!

 Esta mañana en las noticias he escuchado una nueva perla que me ha hecho sentarme frente al ordenador después de varias semanas y arrancar esta historia corta sin moraleja. Hay personajes que sueltan lo que piensan sin pensar, porque están plenamente convencidos de que no sufrirán consecuencias, porque aquí nunca les pasa nada a estos personajillos. Y si les pasara algo, luego como mucho con un "lo siento" o con un "soy una sexagenaria" todo se arregla. La mayoría ni tiene que recurrir al comodín del tito Alberto. Hasta un rey puede salir airoso con uno de esos términos. Eso sí, tú no le cuentes historias al jefe si llegas tarde o a un agente de tráfico en temporada estival que te mete un paquete que te cagas. Por eso no somos iguales ante la ley. ¿Qué guay no? Somos habitantes de un país singular, surrealista, de chiste, maravilloso, como el de Alicia. No hay día que pase y te enteres de alguna noticia tronchante, porque lo bueno de vivir en un país manejado por inútiles es que conoces a cachondos nuevos todos los días, que con sus perlas abren debates en bares y calles que ayudan a entretenernos hasta que llegue el ansiado Mundial de fútbol . ¿Se llevará Del Bosque a Dani Carvajal? ¿Jugará con Cesc como falso nueve? A lo que voy. Lo malo sin embargo de vivir en un país manejado por inútiles es que todos los palos nos los vamos a llevar los mismos, pero no nos importa porque somos españoles, toros bravos con unos cojones para aguantar lo que nos echen.
Ladillas en zona genital
 El especímen que hemos conocido hoy muchos españoles se llama Mónica de Oriol, presidenta del Círculo de Empresarios. En un desayuno ha planteado que la indemnización por despido se acerque a los 18 días por año en una segunda reforma laboral. ¿Qué guay no? También que sólo se aplique el salario mínimo (la fortuna de 645,30 euros) al que esté cualificado y se le baje a los que "no sirven para nada" explicó. Estoy seguro de que le encantaría que cobrásemos 30 euros mensuales, como en Bangladesh. Por cierto, se cumple un año del derrumbe del Rana Plaza que supuso 1.138 muertos. La planta textil sigue utilizando a esclavos para manufacturar productos que posteriormente vende Benetton, Mango o Carreffour. ¿Qué guay no? Pero quiero centrarme en las declaraciones de Mónica de esta mañana que más me han afectado. A los parados que cobran la prestación les ha dicho prácticamente "parásitos que no buscan trabajo". ¿Qué guay no? Si un parásito es una persona que vive de otra, se podría considerar también a Mónica como una parásita teniendo en cuenta que se casó con Luis Guillermo Perinat y Escrivá de Romaní, III Marqués de Perinat, conde de Casal? O ha llegado a ser presidenta zurciendo calcetines en el Rana Plaza? Y si es una parásita, de qué tipo? una pulga? un hongo? un piojo? una alga roja? un parásito intestinal? una ameba? o tal vez una ladilla en los huevos? Pero no te preocupes Mónica, no está sola, yo me solidarizo contigo. Porque si parásito es buscarse la vida sin ayuda del Gobierno, me enorgullezco también de ser ladilla. Nos vemos en los huevos de alguno! Ladillas on fire!